En la sesión de cabildo realizada ayer en Tacoaleche se pudo atestiguar los múltiples conflictos que nos aquejan. De entrada, la división entre grupos y que el Delegado y su Delegación no han podido hacer nada al respecto para poner orden o al menos llegar a consensos; además de los problemas que afectan la ecología de la comunidad.
De acuerdo a la participación que le dan a los pobladores, Juan Collazo Pacheco, delegado de la comunidad, expuso que a Tacoaleche le urge la perforación de un pozo, de lo contrario, advirtió, «en poco tiempo nos quedaremos sin el líquido».
Urgió la liberación de recursos para continuar con la ejecución de obras; reveló que el arroyo se ha convertido en un serio foco de contaminación por las aguas negras que corren por éste y, que dado que se vio en la necesidad de clausurar el tiradero de basura, conllevó a la creación de muchos basureros clandestinos; aunado a ello, durante dos días no pasó el camión recolector «y toda la comunidad está llena de basura».
Varios pobladores coincidieron en el mismo tema, pero agregaron que los fines de semana son insostenibles con tantos vehículos que transitan las calles a alta velocidad y no hay elementos de tránsito que atiendan esta situación.
Felipe Alvarez prometió (como siempre lo hace, pero nunca cumple) revisar todas las demandas, aunque durante el tiempo que permaneció con el resto de los integrantes del cabildo no pudo evitar que dos mujeres, pertenecientes a distintos grupos de trabajo de la comunidad, se liaran a golpes como resultado de las fricciones que existen entre dos grupos que se disputan el liderazgo del comité de participación social.
Con información de: María del Refugio Hernández «Golpes en la sesión del cabildo de Guadalupe» IMAGEN